Nos llegan noticias desde Manta (Ecuador) del misionero Antonio Mª Montijano Carbonell.
A esta altura de la vida tengo que agradecer al Señor de todo y reconocer que he sido muy feliz.
Estoy ya retirado en una casa de mayores, pero gracias a Dios puedo todavía, con 90 años, hacer alguna cosa.
Voy todos los domingos a confesar toda la mañana en las eucaristías de la Parroquia La Dolorosa. Es una de las cosas que he hecho más en mi sacerdocio, confesar. Estoy contento, creo se hace y se recibe mucho bien.
Me siento contento escuchando a gente buena pero agobiada por problemas, alegre por devolver la paz a quien la perdió, contento por reconocer cuánto bueno hay en este mundo nuestro.
Antonio Mª Montijano Carbonell