Con
motivo de la inminente partida a diferentes lugares de misión de un grupo de seglares y sacerdotes de la diócesis, el pasado jueves 28 de junio, la Delegación Diocesana
de Medios de Comunicación Social realizó una visita a la Delegación Diocesana de Misiones para entrevistar a su delegado, D. Antonio Evans Martos, y a algunos de estos misioneros.
A
continuación puedes encontrar el vídeo de la entrevista y el texto íntegro que aparece
en la página de la diócesis.
Más
de veinte seglares y sacerdotes cordobeses están a punto de partir en misión a
lugares como Picota y Shamboyacu en Perú; Paraguarí en Paraguay o Villarrica en
Chile. Unas misiones que tienen el fin de “evangelizar yendo en nombre de
Dios”, según Antonio Evans, que lleva 34 años al frente de la Delegación de Misiones
de Córdoba.
Estos
misioneros han recibido formación por parte de sacerdotes que ya han estado en
las misiones. El delgado de misiones asegura que “van allí para aprender, para
llenarse de vivencias y contagiar el amor y la alegría de Dios”.
Cuatro
destinos donde misionar:
Los
primeros misioneros en partir serán los destinados a Picota. La misión
allí es un evangelizar constante “anunciando la buena noticia, diciendo lo que
tú eres para Dios, llevando la alegría del Evangelio y sacerdotes para que allí
puedan tener al menos una vez al año los sacramentos. En Picota hacen faltan
laicos que hablen, que anuncien, que formen y que compartan, sin llevar nunca
un complejo de superioridad porque si sabes ver, aprendes tú más que ellos”,
reconoce don Antonio Evans.
Pablo
tiene 22 años y es la primera vez que va a las misiones, en concreto a la de
Picota en Perú. Reconoce que lo que le ha impulsado a ir es “la sonrisa y la
felicidad de las personas que vuelven de las misiones”, que le ha hecho
plantearse qué hay allí que necesita “para poder estar como las personas que
vuelven”.
José
María Muñoz, sacerdote de la parroquia Cristo Rey de Córdoba, viajará a una
escuela hogar de Shamboyacufundada por las monjas obreras de Córdoba. Lo
acompañarán un grupo de monitores de tiempo libre para hacer cursillos con los
chicos de Shamboyacu y alrededores. Una escuela hogar que “fue posible gracias
al Cabildo de Córdoba”, recuerda el delegado de misiones.
El 11 de julio cinco jóvenes cordobeses partirán a la misión de Villarrica en Chile. Estarán acompañados por sacerdotes de las diócesis de Getafe y Madrid y 15 personas más. Pasarán 4 días en Santiago de Chile y, hasta el 8 de agosto, la misión se centrará en Villarrica, donde contactarán con el ámbito rural. Jaime acude a Chile gracias a su tío, que es sacerdote de la diócesis de Madrid destinado a Chile. Asegura que, además de la misión rural, llevarán a cabo una misión urbana yendo a residencias de ancianos y cárceles, haciendo programas de radio y barriendo los colegios de la zona de charlas y catequesis. Jaime reconoce la difícil situación en la que se encuentra actualmente la Iglesia en Chile y afirma que hace falta “movimiento y evangelización”.
El 11 de julio cinco jóvenes cordobeses partirán a la misión de Villarrica en Chile. Estarán acompañados por sacerdotes de las diócesis de Getafe y Madrid y 15 personas más. Pasarán 4 días en Santiago de Chile y, hasta el 8 de agosto, la misión se centrará en Villarrica, donde contactarán con el ámbito rural. Jaime acude a Chile gracias a su tío, que es sacerdote de la diócesis de Madrid destinado a Chile. Asegura que, además de la misión rural, llevarán a cabo una misión urbana yendo a residencias de ancianos y cárceles, haciendo programas de radio y barriendo los colegios de la zona de charlas y catequesis. Jaime reconoce la difícil situación en la que se encuentra actualmente la Iglesia en Chile y afirma que hace falta “movimiento y evangelización”.
Jaime,
con sus 18 años de edad, espera “poder enseñar a la gente la alegría de ser de
Cristo y de haber conocido a Cristo. Decirles que tenemos un amor enorme, que
es gratis y que está aquí. Tal vez nos encontremos con situaciones difíciles
pero qué más que ir a anunciar el amor de verdad a todo el mundo, y eso supera
al miedo.”
Los
últimos en ir a la misión serán aquellos que vayan a Paraguarí en
Paraguay. Estos lo harán el 14 de julio y regresarán el 5 de agosto. Esta
misión surge dentro de la misión diocesana gracias a Ilda y Marcela, dos monjas
obreras que han sido destinadas a Paraguay. Allí viajarán el sacerdote Miguel
Varona junto a Cristina y Juan, que conocieron a estas religiosas obreras el
año pasado en Picota y repiten este año porque “ir a un lugar donde no aportas
nada material y solo acompañas a la evangelización con los sacerdotes es una
experiencia que te enriquece viendo la fe de las personas y tú creces en la fe”.